La miel de agave es un endulzante que se puede utilizar como sustituto de cualquier edulcorante como el stevia o el azúcar convencional y se presenta en forma líquida, muy parecido a la miel de abeja. Además, este producto tiene un gran poder edulcorante, lo que significa más que el azúcar convencional y se requiere una menor cantidad de este para lograr tener un producto con una buena cantidad de dulce

Aporta vitaminas y minerales a tu cuerpo

La miel de agave contiene vitaminas y minerales esenciales para el cuerpo como la vitamina A, B, B2 y C, así como hierro y fósforo que permiten que el cuerpo realice sus funciones adecuadamente.

Ayuda a prevenir la osteoporosis

Este producto ayuda a que el cuerpo absorba el calcio y el magnesio, lo que permite fortalecer los huesos y prevenir la osteoporosis.

Promueve la formación de una microbiota sana

Es un producto que permite el crecimiento de las bacterias buenas dentro del tracto digestivo como los probióticos, lo que ayuda a tener una buena salud intestinal y prevenir gastritis o diarrea.

Evita las caries dentales

El consumo del jarabe de agave evita la formación de caries dentales gracias a la oligofructosa, que no permite el crecimiento de las bacterias en los dientes.

Facilita el control de peso

Al ser un producto que causa la sensación de saciedad, ayuda a cuidar el peso y mantenerlo en los rangos ideales.

Brinda energía a las personas

La miel de agave aporta un buen nivel de energía a las personas gracias a los nutrientes y la fructosa que contienen.

Tiene un bajo índice glucémico

A pesar de tratarse de un endulzante alto en fructosa, este producto no aumenta los niveles de azúcar en la sangre, por lo que no causa picos glucémicos.

Aporta fibra dietética soluble

Este producto contiene fructoligosacáridos, que ayudan a mejorar la capacidad de eliminación de grasas y toxinas en el cuerpo.